
¿Qué es el Jubileo?
El jubileo en la Iglesia Católica es una celebración que tiene lugar cada 25 años y en la que se concede la indulgencia plenaria. Puede ser ordinario o extraordinario. Durante el jubileo, se busca la remisión de los pecados y de las penas por los pecados, la reconciliación entre los adversarios, la conversión y la penitencia sacramental. El jubileo concede indulgencias plenarias bajo ciertas condiciones, como la confesión, la comunión, rezar por el Papa y visitar los lugares destinados para obtenerlas.
BULA DE CONVOCACIÓN DEL JUBILEO ORDINARIO DEL AÑO 2025.
El Santo Padre ha anunciado que el 2025 será un Año de Jubileo o Año Jubilar, algo que ocurre cada 25 años.
El tema de este Jubileo 2025
“Peregrinos de esperanza”, pues será un año de esperanza para todo el mundo, que sufre el flagelo de las guerras, los efecto persistentes de la pandemia de COVID-19 y la crisis del cambio climático.
LEVÍTICO 25, 8-13
•Aunque era difícil de realizar, se proponía como la ocasión para restablecer la correcta relación con Dios, con las personas y con la creación, y conllevaba el perdón de las deudas, la restitución de terrenos enajenados y el descanso de la tierra.
Lc 4,18-19; cfr. Is 61,1-2
Citando al profeta Isaías, el evangelio según san Lucas describe de este mismo modo la misión de Jesús:
«El Espíritu del Señor está sobre mí; porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos, a proclamar el año de gracia del Señor»
Logo del Jubileo 2025
El logo descrito representa cuatro figuras estilizadas que simbolizan a la humanidad proveniente de los cuatro rincones del mundo. Estas figuras están entrelazadas, reflejando solidaridad y fraternidad entre los pueblos.
- La primera figura se aferra a la cruz, que no solo simboliza la fe que sostiene, sino también la esperanza, especialmente necesaria en momentos de mayor necesidad.
- Las olas en movimiento alrededor representan la travesía de la vida, la cual no siempre transcurre en aguas calmadas; simbolizan las dificultades que exigen mayor esperanza.
- La parte inferior de la cruz se extiende y se transforma en un ancla, un símbolo de estabilidad y esperanza. En el contexto marino, el "ancla de la esperanza" es aquella de reserva que se usa en emergencias para estabilizar el barco en medio de tormentas, reflejando así la necesidad de esperanza en tiempos difíciles.
El camino del peregrino en esta imagen no es solitario, sino comunitario, mostrando un movimiento colectivo que se dirige hacia la cruz. Además, la cruz es dinámica, inclinándose hacia la humanidad, acercándose a ella y brindándole consuelo y seguridad.
El lema del jubileo de 2025, "Peregrinantes in Spem" (Peregrinos en la Esperanza), se resalta en color verde, subrayando el mensaje central del logo.
Oración del Jubileo
Padre que estás en el cielo,
la fe que nos has donado en
tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano,
y la llama de caridad
infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo,
despierten en nosotros la bienaventurada esperanza
en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme
en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio
que fermenten la humanidad y el cosmos,
en espera confiada
de los cielos nuevos y de la tierra nueva,
cuando vencidas las fuerzas del mal,
se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo
reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza,
el anhelo de los bienes celestiales
y derrame en el mundo entero
la alegría y la paz
de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente,
sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén.
Basílicas Papales
Basílica de San Pedro
Basílica de San Pedro
La tradición cuenta que la tumba en la que fue enterrado el Apóstol Pedro, después de ser crucificado, estaba justo aquí, en el punto más alto de la colina vaticana, donde en el siglo IV el emperador Constantino decidió construir su basílica, la primera dedicada a la memoria del santo.
Durante la Alta Edad Media este lugar de culto se convirtió en el principal lugar de peregrinación de Occidente, hasta que en 1506 el Papa Julio II decidió demolerlo para dar paso a un templo más grande y rico.
Los más grandes maestros de la historia se alternaron en el diseño de esta imponente basílica: Donato Bramante, Rafael o Miguel Ángel hasta que en 1629 Bernini terminó la decoración interior de toda la iglesia dándole su aspecto actual.
Basílica de San Pablo Extramuros
Basílica de San Pablo Extramuros
Tras el edicto de Milán del año 313, gracias al cual se concedió a los cristianos la libertad de culto, el emperador Constantino decidió donar dos basílicas a la nueva Iglesia naciente, erigidas sobre las tumbas de Pedro y Pablo.
Sin embargo, más tarde, en el siglo V, dada la continua afluencia de peregrinos a la tumba y las dimensiones limitadas del edificio original de la basílica de San Pablo, los tres emperadores que gobernaban entonces, Teodosio, Valentiniano II y Arcadio, se vieron obligados a construir un edificio más grande, invirtiendo su orientación hacia el oeste.
Finalmente, en 1854 fue inaugurada por el Papa Pío IX la actual y monumental basílica que sigue conservando hasta hoy en su interior la que según la tradición fue la cadena que unía al apóstol Pablo al soldado romano mientras estaba preso en espera de juicio.
Basílica de San Juan de Letrán
Basílica de San Juan de Letrán
La Archibasílica del Santísimo Salvador y de los santos Juan Bautista y Evangelista, más conocida como San Juan de Letrán, se encuentra cerca de la colina del Celio. Originalmente, esta zona pertenecía a la familia Laterana, que sufrió la confiscación de sus propiedades por orden de Nerón tras ser acusados de conspirar contra él.
Posteriormente, los terrenos pasaron a Fausta, esposa del emperador Constantino, quien, tras promulgar el Edicto de Milán en 313 y permitir la libertad de culto a los cristianos, los cedió al Papa Melquíades para construir una iglesia. La basílica fue consagrada en 324 por el Papa Silvestre I y más adelante dedicada también a San Juan Bautista y San Juan Evangelista.
San Juan de Letrán fue la sede del papado desde el siglo IV hasta el siglo XIV, cuando el Papa se trasladó a Aviñón. A su regreso a Roma en 1378, la sede se movió al Vaticano debido al mal estado de la basílica. En 1650, el Papa Inocencio X encargó al arquitecto Francesco Borromini una remodelación completa para restaurar su esplendor.
Basílica de Santa María la Mayor
Basílica de Santa María La Mayor
La Basílica Papal de Santa María la Mayor es el santuario mariano más antiguo y relevante de Occidente, preservando su aspecto paleocristiano a pesar de las renovaciones realizadas a lo largo de los siglos. Su fundación se atribuye a una aparición de la Virgen María en sueños al patricio Juan y al Papa Liberio, indicándoles construir una iglesia en el lugar donde cayera nieve milagrosamente el 5 de agosto de 358 en el monte Esquilino. Esta nevada se conmemora hoy en la basílica con pétalos blancos que caen desde el techo durante la liturgia.
En su interior, la basílica alberga el icono de la Salus Populi Romani, considerado por tradición como obra de San Lucas. El Papa Francisco encomienda sus viajes apostólicos a esta imagen, visitándola antes y después de cada misión. Además, se resguarda la reliquia de la Santa Cuna, el pesebre donde fue colocado el Niño Jesús, que otorga a la basílica el título de Belén de Occidente y ha sido el lugar de celebración de la primera Misa de Nochebuena.
Entre otras reliquias, se encuentran los restos de San Matías y San Jerónimo. La basílica también acogió en 867 a los santos Cirilo y Metodio, permitiendo el uso del paleoeslavo en la liturgia, y en su interior descansan los restos de siete pontífices.